Quijote

Quijote

viernes, 15 de junio de 2007

XI

Mi Dios es mi padre que parió una rosa
Mi dios es lo que la nada dicta
Es
La forma difusa de las formas,
La continuación de la noche.

Yo le miro escondido en las faldas de mi madre
Y me responde haciendo morisquetas con sus bigotes.

Mi dios me acompaña jugando
Y puntualmente llama en el ocaso
A sus ángeles y se acuesta.

Mi dios –dios mío-
Le reza a su dios.

De: Una docena de epitafios

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