Quijote

Quijote

lunes, 11 de junio de 2007

Como decir lo que quiero decir, cuando navegas ahora con un viento parpadeante, y ebrio el mar te mece los nervios y los nacimientos. Nuestros hijos vendrán escritos con tinta ajena en horas extrañas, nuestros hijos serán parto de tús manos dulcísimas y sin pertenecernos nos guiarán cuando perdidos. Ellos gravitan en tu mente como un poderoso ramo de soles, o una palabra caida en el azar de nosotros mismos. Ellos serán la tierra que cubra nuestros rostros bellísimos, ellos nos desquerrán cuando volvamos a nosotros desolados, nos resumirán en epitafios de neón y volteados en madera pintarán tus labios y los míos en mortajas sucias.

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