Quijote

jueves, 9 de octubre de 2008
the skin game
no estoy solo ni triste esta noche de herrumbe
, me acompaño aquí conmigo y dos o tres cuerpos
aún tibios, como se puede estar en compañía de nadie
para mí arrancado desde dentro en la más absoluta orfandad
solo como una quimera especialmente adecuada a mis requerimientos
solo como una voz alzada entre otras solitarias
solo como solo se puede cuando se busca
o se encuentra un plexo maduro para la muerte
solo asaz solidario de lo único y convexo en el placer mío
de mí carne sola
, solo como en confesión conmigo
auscultando los latidos de mi propia voz
que vuelvo a escuchar.
(fig 1)
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la violencia quebrada de su risa, la desolación de este gesto único (propio de los bípedos)
puede dar cuenta precisa de la musculatura abdominal desarrollada que posee y que le permite lamentarse, erguido completamente en sus dos pies.
Por otra parte no es menos cierto que el espasmo del llanto contribuye de manera directa también, en asumir, de manera correcta, la posición vertical de su cuerpo (fig 2).
(fig 2)
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la blancura de sus dientes, la percepción de la blancura de sus dientes y su labios arqueados en una mueca espasmo, la desaparición de su rostro y la transfiguración de la sonrisa en la exasperación de la muerte; la voluptuosidad de la carne arqueada que no desnuda aún las encías, la praxis, y todo lo circundante, dan cuenta de una risa diabólicamente sexual, presentándola de manera violenta en el transcurso normal de los hechos. Su singularidad radica precisamente en lo absoluto de su forma (fig 3).
(fig 3)
le decías o “nos vamos a cassarr necesitamos
una pequeña ayudita por
favorr ““nació aquí pero venía
de otra parte” la estrella dentada de su ano
desembocando en simples rayas
, mundo solo todo lo que importa
mas vale sollozar afilando un cuchillo
...<<<<<<<
sorbiendo tibias gotas de eleusis
materia pringada de desperdicios
prestidigitadora llama asciende
pura desgarrada desde el centro
sin siquiera conocer
los velocísimos chips del desamparo
después de todo fornicabas todo el dia
en la canícula loca del hambre
de dios amontonando kilómetros
de palabras que luego
devoraban el sueño
sujetos uno al otro como por un garfio
en manos absolutamente vacías. “
luego el canto” observabas
y el sol como una ampolleta
se iba apagando.
animava nel buio la mano.”
Sandro Penna
I
manos ensombrecidas trabajan su hombría
agitada. distante solo y azul
.humedeciendo sus labios
II
maravilloso consanguíneo
del pentotal sódico desde la punta
de la dérmica aguja
maravilloso
desde dentro por mis pliegues
y mi sangre; maravillosas mis manos
adiestradas para la muerte
maravillosa tú acaso fingida
.enredada en mis sueños
.irreal como la mascada
de la muerte y sus sanas encías
rabiosas. fruta de las frutas
jugosas. deja tu cuerpo inerte
.y mis manos te tocan
.y no.
III
Pequeña muerte
Predilección por el onanismo
emisiones de día y de noche
derrames al estar en presencia del sexo opuesto
o al tener ideas lascivas
granos
contracciones en los músculos
pensamientos y sueños voluptuosos
sensación de embrutecimiento
indecisión melancolía
manchas flotantes ante la vista
una pérdida involuntaria
derrame al hacer esfuerzo en la silla
ruido o silbido en los oídos
timidez manos y pies pegajosos
y fríos
temor de algún peligro inminente de muerte
o infortunio
impotencia parcial o total
órganos caídos y débiles.
La casa del aliento
débil arquitectura de la sangre
laten las paredes y se derrumban
en los espacios mínimos de un grito
II
las palabras copulan, coagulan
en seres idos y yertos
ese tú vacío que soy
cuando escribo. se
tocan las palabras se tocan
y preñadas alumbran silencio
III
Fumo y fumo y son mis cenizas
las que no quieren este martes
desenfundado y triste en que lloro
la página del día perdido de los días
ebrios que miran para consumir tu canto
en suavidades funerarias
desconsoladamente un martes. fumo
y fumo zurciendo risas
piernas abiertas una voz
unos pasos.
miércoles, 8 de octubre de 2008
cuerpos rotativos, estos afiebrados cuerpos
de la sed, sin que ninguno recuerde, especialmente
, qué es pájaro, qué la muerte.
Estos cuerpos, estos
distantes cuerpos de yo soy tu mismo, estas
radiactivas columnas de flores lentas.
Adoro la entumecida mitad de mi mismo
sobre la que me curvo como un beso
; amo la desconocida forma de mi
en la que te escondes.
Este cuerpo separado que tengo en mi
, este mi yo mismo abierto
que se curva
en la desconocida forma de ti
en la que me escondo.
Uno
¿para qué?
¿Cómo se dibuja,
cómo embellecer ese cadáver?
¿en cuáles uñas
crecerán sus ojos limpios?
Mi corazón
ha envejecido junto al tuyo
, oh!, sin que nadie,
así, en esas lápidas
vierta de pupilas
sus oh! dios padre
que descansas en el cielo!
Oh, boca:
Tus cicatrices
son eternos pájaros
entre el secreto
y la melodía.
No estás en ti, sembradora
arrojados tienden sue exhaustas manos
.Polvo sobre mi cara, polvo en mis pies
polvo en mi, como la muerte respirando
en mi nuca derramada en las sábanas
,y mi mano sosteniendo un cerebro andrajoso.
Polvo en mi, polvo y perfumado
desde anaqueles inconclusos
,todo a medio hacer
,como una estela fulgurante.
Zumbidos rezos, jaculatoria y miasmas
Oprimidos en las paredes
,prova forza, omniun est
descascarándose, inoscencia y radiante
continuidad de la muerte, sembradora
;otros pastizales arden
como tu semejante izando patrios pabellones
pobres; vuelve hacia ti, como un ejército
a la desbandada, anorgásmica criatura de velo.
Hoy desperté con sonrrisa en polvorosa
agregando altura a la altura de mis manos
cual rosa negra y cultivada, feroz de sus límites
tersa mortuoria allegada
;pálpeme el escorbuto de mi iris, lonja
en el ojo su postura hipnótica
sembrado de muertos en tierra.
Te recogen manco, ebrio
en una ciudad olvidada
donde todo es parecido a un rostro
olvidado en el asfalto húmedo
de tu craneo. Allí como sombras insomnes
vagabundeas fiebres; extractos
de pura luscia, de lámpara
cual soledad en el filo del día.
Amanece derruido el paisaje
con ojos rojos
;amanece tierra y sol amanece
como lágrima tibia en el firmamento.